Repensando el nivel inicial desde la virtualidad

Para los que no me conocen tanto les cuento que mi origen, mi experiencia y mi mayor trayectoria profesional docente es en el nivel inicial, es mi primer título, con el que me desempeñe por años. Fui maestra de sala, profesora de informática y directivo del nivel, además de llevar varios años formando futuras docentes.

Es por ello que en mi camino por la tecnología educativa, siempre mantengo una pata en el nivel inicial, mi trabajo de especialización como también mi tesis se centran en la reflexión sobre cómo pensar el nivel inicial en clave tecnológica, cómo transformar las prácticas potenciandolas con la inclusión de los recursos tecnológicos y digitales pero siempre cuidando el sentido y la especificidad del nivel.

En las últimas semanas, revolucionadas por la cuarentena a la que nos obliga el coronavirus, y que generó una adecuación imprevista de las propuestas educativas, miré, leí, escuché, pregunté y me preguntaron sobre el tema que me apasiona y me ocupa en los últimos años, que es la tecnología educativa.

A raíz de todo esto, surge la motivación de compartir algunas reflexiones, sugerencias y aportes para repensar con sentido las propuestas que desde el nivel inicial se llevan adelante en pos de la continuidad pedagógica en la virtualidad.

Para ello voy a ir analizando los diferentes elementos de la planificación atendiendo a sus particularidades en este nuevo contexto, con la convicción que allí está la clave, en la planificación  que, en esta contemporaneidad inesperada, requiere aún más atención, para definir objetivos, tomar decisiones, diseñar un plan de acción y planificar su implementación en un contexto nuevo, desafiante, inesperado y en cierto punto desconocido.

Para comenzar, deberíamos revisar, definir y establecer nuestros objetivos: ¿Qué nos proponemos? ¿Cuáles son nuestras prioridades? ¿Hacia dónde queremos ir? ¿De qué manera?. Y es aquí donde, diferenciando las particularidades que toma el nivel en las distintas edades, tenemos que tener muy claro que lo más importante, en éstas edades es el encuentro, el vínculo, la comunicación. No importa la edad de nuestros pequeños alumnos, si 1 año o 5, pero la prioridad es mantenernos cerca, por lo cual mi primera recomendación es definir un espacio virtual para ello. Necesitamos un entorno en el cual compartir, publicar, comentar, verse, que resulte amigable y accesible para todos (más adelante hablaremos de este tipo de recursos)

Una vez definida la comunicación y el encuentro cotidiano como prioridad podremos avanzar en los otros aspectos.

En segundo lugar, y una vez definido el espacio de encuentro e intercambio, es el momento de reflexionar sobre el qué, sobre los contenidos que vamos a compartir, publicar, proponer, generar. Acá si se abren cantidad y diversidad de posibilidades que también varían con la edad de nuestros alumnos. 

Cuando hablamos de los contenidos, debemos pensar en ofrecer alternativas de todas las áreas, de manera equilibrada, variada y muy adecuada a la necesidad de nuestros alumnos.

Al mismo tiempo, es importante, a la hora de seleccionar los contenidos, tener en cuenta que debemos mantener el interés, la motivación y  la actividad por varias semanas, entonces, como en lo presencial, es fundamental secuenciarlos, y no recargar las primeras semanas.

En ese punto, me gustaría que prestemos atención a la cantidad de propuestas disponibles en internet, pero con una gran advertencia, no todo lo que encontremos responde a nuestro estilo, a la identidad institucional, a nuestra forma de ser y estar en la sala. Es por  ello que en esa selección debemos ser cuidadosos, y no dejar de ser nosotros en nuestra sala de nuestra escuela con las propuestas que ofrecemos. 

A la hora de seleccionar las propuestas que compartimos con nuestros alumnos y sus familias, debemos mantener un equilibrio, no sólo entre las áreas de contenido sino entre el tipo de actividades que ofrecemos: entre videos de la maestra contando, cantando, charlando, jugando y videos recuperados de diferentes sitios o repositorios de recursos educativos, entre actividades sugeridas para realizar en familia y juegos que podemos encontrar en casa o realizar con materiales disponibles, entre sugerencias de literatura, películas, sitios de juegos e invitaciones a jugar, compartir y realizar en familia.

Siempre el equilibrio tiene que ser la regla, sobre todo porque no sabemos cuanto tiempo se extenderá esta situación. 

Y hablando de equilibrio, me gustaría hacer una reflexión sobre el uso de las pantallas y los recursos digitales. Hoy las posibilidades de comunicarnos y acercarnos están ampliamente favorecidas por medio de los recursos y tecnologías digitales que internet nos ofrece, y eso es lo más valioso, pero no todo lo que ofrezcamos a nuestros alumnos debe requerir su realización on line, no sólo porque no queremos abusarnos de este medio sino porque tenemos que entender que, en su mayoría, no es un espacio al que accedan solos, y las familias también tienen sus demandas laborales y sociales en este entorno.

Si analizamos los recursos, considero que tenemos que contemplar algunas cuestiones, muy asociadas a los objetivos, los contenidos y las propuestas. Podemos encontrar disponibles on line una innumerable cantidad de recursos abiertos, cerrados, mixtos, comerciales, gratuitos, de uso con y sin registro, con o sin evaluación, de uso on line o para descargar en los dispositivos. Cada vez que me llegan referencias, artículos que los presentan, y todo tipo de publicaciones para su difusión, ingreso a los que no conozco, cumplo el proceso de registrarme con mi cuenta de Google y me dispongo a investigar sus posibilidades, características, contenidos, estilos y todo lo que se les pueda ocurrir. Pero aquí debemos detenernos en el primer punto: los objetivos. A la hora de seleccionar un recurso para utilizar  no tengo que perder de vista que me propongo, que quiero ofrecer a mis alumnos y para que lo voy a utilizar.

Es entonces donde se van acotando las posibilidades, y está muy bien que así sea. El primer recurso que tenemos que seleccionar es el entorno para encontrarnos y compartir. Un lugar donde tanto el docente como las familias (porque nuestros alumnos no lo van a hacer solos) puedan ser verdaderos protagonistas de los intercambios, accedan fácilmente, publiquen fácilmente, y sobre todo sea un entorno amigable. 

A los que me han consultado, y no cuentan con plataformas institucionales para ello, mi primera recomendación es Padlet, es fácil de usar, atractivo, amigable, gratuito (o de muy bajo costo si la institución opta por la opción paga) y muy intuitivo en su interfaz. Por propia experiencia les puedo afirmar que niños de 4 y 5 años lo pueden navegar con autonomía, necesitarán ayuda para publicar, pero pueden realizar solos alguna aproximación. 

Este recurso:

  • Es una aplicación online sencilla para crear tablones de anuncios o notas virtuales. 
  • El muro que crea el usuario tiene una dirección de internet, que permite compartirlo.
  • Se puede insertar texto, audio, vídeo e imágenes, ya sea subidos o linkeados.
  • Es posible restringir tanto el acceso como la publicación y los comentarios.

La potencialidad de este recurso como espacio virtual para el encuentro con niños pequeños y  sus familias radica en que cuando hablamos de entornos o plataformas para gestionar el aprendizaje en la virtualidad tenemos que entender que éstos deben ser la puerta de entrada a una diversidad de medios y recursos que permitan acercarnos a los objetivos propuestos. Y Padlet es una valiosa opción para ello.

Para sumar a este mural colectivo de novedades y propuestas, tenemos que elegir un recurso que nos permita el encuentro sincrónico. Esto es que en algunos momentos y con cierta periodicidad nos encontremos todos (en lo posible), nos veamos, nos saludemos y algo ocurra, juntos. Dependiendo la edad de nuestros alumnos, quizás sólo cantemos algunas canciones, o realicemos algún juego, en este formato de grupo total.

Con los más grandes, las salas de 4 y 5, podemos hacer algunos encuentros más en pequeño grupo, no más de 4 niños y la maestra, y porqué no alguno de los otros docentes de la sala. En estos otros encuentros, podremos ya avanzar en otro tipo de propuestas, y por qué no, cuando tengan más experiencia hasta compartir algunas actividades.

Personalmente, por mi experiencia y los resultados que me ha dado, para este tipo de propuestas sugiero Zoom, es la plataforma que mejor viene funcionando, inclusive con gran cantidad de conectados. Es cierto que algunos le cuestionan temas de seguridad, en los que ahora no ahondaremos. Pero si quieren utilizar alternativas hay otros, sin grandes diferencias claves. Pero lo importante es que me ofrezcan la oportunidad de que todos se vean, se escuchen y también que el docente en algún momento pueda compartir una imagen u otro material.

Aquí tenemos lo básico, para comunicarnos y compartir las propuestas. Pero a la hora de diseñar las propuestas quizás tengamos que contemplar otros recursos, ya sea con contenido lúdico, pedagógico, literario, musical, en sus diversas variantes, para que los niños accedan con sus familias. Ahí es clave la selección y sería tarea de otro artículo abordarla.

Ahora bien, mi propuesta para el nivel inicial es que ofrezcamos materiales interesantes, atractivos, creativos, originales y favorecedores de aprendizajes, creados por nosotros mismos. Para ello hay cantidad de recursos disponibles también, on line y con opciones gratuitas. 

Estoy convencida que en ese muro de la sala tiene que haber publicaciones como:

  • Videos de la maestra contando un cuento, o explicando un juego, o cantando una canción con movimientos que tienen que aprender todos (grandes y chicos)
  • Videos de los profesores de música, cantando, construyendo instrumentos, promoviendo juegos sonoros.
  • Videos de los profesores de educación física enseñando juegos, que se puedan jugar en casa.
  • Presentaciones de historias, cuentos, instructivos para, adivinanzas, experimentos, realizadas por los maestros en formato digital.
  • Selecciones de videos sobre distintas temáticas, editados y comentados para adecuarnos a los contenidos.
  • Galerías de imágenes para no dejar de lado la apreciación de obras de arte ni la producción artística.
  • Producciones de los nenes en casa.
  • Imágenes (fotos o microvideos) de las cosas que pasan en casa a partir de las propuestas.

Y si también, sugerencias a:

  • sitios de juegos y actividades educativas, acordes con la edad, seleccionados y agrupados
  • series y programas adecuados con la edad de nuestros alumnos para ver en familia.
  • sitios de literatura infantil para leer en casa
  • canales de músicos y cantantes que solemos escuchar y cantar en la sala

Para todas estas opciones, hay aplicaciones y herramientas que nos ayudan a crear, recrear y darle nuestra verdadera impronta a lo que las familias de la sala reciben. Porque contenido on line hay mucho, pero es importante que el acceso a este sea enmarcado en nuestra propuesta, aún a la distancia.

Para seguir avanzando en esta reflexión me gustaría atender a los sujetos de nuestras propuestas en la virtualidad y acá es importante tener en cuenta que no sólo son los niños, sino también al adulto que los acompaña y mediatiza las tareas, muchas veces podrá ser un hermano mayor, otras sus padres y madres, pero siempre será alguien que también tiene otras tareas que realizar. 

Es por ello que tenemos que pensar siempre que todas nuestras propuestas son sugerencias y no tareas a cumplir, y entregar. Al mismo tiempo esto nos obliga a ser flexibles en los tiempos, siempre tiene que haber novedades en nuestro muro, pero no tenemos necesidad de que esto sea día por día. Todos estamos aprendiendo de esta realidad que nos ha ido transformando, y esto también es parte del aprendizaje.

Por supuesto que habrá propuestas para todos, esperando que compartan sus producciones, también tendremos los encuentros sincrónicos en los que esperamos que estén todos, pero lo más importante de este espacio es que sea una puerta abierta a la vida del jardín, donde encontrar y reconocer personas, actividades y estilos. No importa a que hora se reuna la familia para compartirlo, lo que importa es que suceda y para ello es nuestra responsabilidad ser promotores de experiencias con algo del jardín y mucho de casa favorecedoras de nuevos aprendizajes para todos.

Una última reflexión sobre los sujetos, nuestros alumnos, es que cada edad tendrá su particularidad, su recorte y su impronta, sin perder de vista sus características, tiempos, y necesidades. 

Espero que estas líneas motiven a muchos docentes de inicial a seguir pensando en cómo diseñar un entorno significativo y motivador para sus alumnos, en este contexto inesperado que sin duda nos ha desafiado a reinventarnos como docentes, sin perder nuestra esencia profesional y cuidando las características del nivel.

 

Andrea Vitola.

Prof. de Educ. Preescolar.

Lic. en Ciencias de la Educación.

Especialista en Tecnología Educativa

 

lic.andrea.vitola@gmail.com